
El proyecto del Gobierno para dotar a todos los alumnos de ordenadores portátiles a partir de quinto de primaria puede resultar beneficioso en algunos aspectos, como una mayor motivación de los escolares, pero, al mismo tiempo, puede contribuir a la introducción de la "distracción tecnológica".
Así lo indica un proyecto del Instituto de Ciencias de la Educación de la Universidad Rovira i Virgili (URV) de Tarragona sobre las posibilidades pedagógicas de los ordenadores portátiles individuales en la escuela.
Dos grupos de estudiantes de institutos de secundaria del Montsià han trabajado durante todo el curso con ordenadores "ultraportátiles" y la experiencia ha demostrado que "ofrecen interesantes posibilidades pedagógicas, pero también que generan algunas disfunciones y que hace falta superar algunos problemas de infraestructuras".
Así, se han puesto de relieve "algunas fortalezas" del método, como "una mayor motivación del alumnado, una mayor facilidad por el cambio metodológico y por la gestión de usuarios y más facilidad en la integración de las TIC en el aula", según fuentes de la URV.
Del entorno, destaca la rebaja continuada del precio de los equipos y el crecimiento de los recursos educativos de libre acceso disponibles.
En cambio, se debe tener en cuenta "la introducción de 'distracción tecnológica' en el aula, un aumento de la dependencia tecnológica, la falta de preparación del profesorado, la poca disposición al cambio metodológico o la complejidad de la gestión del aula", según las mismas fuentes.
También se han observado problemas de infraestructura, como la duración y la gestión de las recargas de baterías, las averías o las pérdidas de material.
En este apartado negativo, del entorno destaca "la falta de homogeneidad de la red de banda ancha y la fragilidad de las infraestructuras TIC en general".
Para llevar a cabo el proyecto, se ha utilizado ordenadores portátiles ultrafinos con el sistema operativo Linkat, una herramienta de trabajo del departamento de Educación de la Generalitat.
En la experiencia han participado dos grupos: uno de 16 alumnos de segundo de ESO del IES Els Alfacs, que tienen los ordenadores en el aula, siempre disponibles pero sin poder sacarlos del centro; y otro formado por 10 alumnos de cuarto de ESO del IES Montsià de Amposta, que pueden hacer uso de los portátiles dentro y fuera del centro.
El proyecto ha entrado en la fase final de recogida de datos y en los próximos días se hará el análisis global y redacción de las conclusiones.
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